Cuando aún cursaba el preuniversitario, un viernes José Benítez fue con sus amigos a los Jardines de La Tropical. Era noche de SARAO NIGHT CLUB y para él fue amor a primera vista.
“Siempre me había gustado la música House, o “música de discoteca” como se le conocía, pero por aquel tiempo yo escuchaba reguetón y los Jardines parecían otro planeta porque la música que allí se pinchaba era diferente a todo lo que yo había escuchado en mi vida. En aquellos momentos se encontraban de DJs residentes Lejardi, Obi, DJ Ra y JhonEx”.
Poco tiempo pasó antes de que decidiera dejar de ser un espectador y comenzara a experimentar en las producciones. Primero con el Virtual DJ y el Traktor Pro 2, y luego con la ayuda de Fruty Loops Studio 9 que le copió un amigo comenzó a crear sus primeros mash ups.
Ya en la Universidad, y junto a un grupo de amigos, crea Hangover, un proyecto casi improvisado con el que hacían fiestas en el Anfiteatro de Marianao. Luego, en la Casa de Cultura surge Music Club House, un grupo de seis aficionados que tocaban con laptops en donde pudieran y por amor al arte.
En sus inicios, José Benítez prefería tocar los géneros más bailables del EDM, pero con el tiempo sus gustos musicales cambiaron a la vez que se sumergía en el mundo de las máquinas. Hoy es un amante de los ritmos más “oscuros”, e incluso trabaja con el nombre de Serious Mood creando exclusivamente Techno. Sus trabajos también han sido publicados bajo los sellos Lump Records, House of Hustle, Half Lemon Records, Kibbutz Records
“En mis comienzos me gustaba mucho el “brinca brinca”, como le dicen los DJs under más radicales, porque era lo único que conocía. Luego escuché muchos más géneros, sonoridades y estilos de producción y hoy lo que realmente me apasiona son el Tech House, el Techno, el Afro House & Bass Music”.
Como Black Boss, su seudónimo en el mundo de la electrónica, su música se enfoca en el Tech House, la que define como “la música ideal para cualquier club”.
“Siempre le impregno a mi música mi estilo y me gusta fusionar para crear cosas nuevas. La creatividad no tiene límites, y en mi música hay un amplio espectro de sonidos, tanto que a veces es difícil distinguir de qué género se trata”.
En sus audífonos escucha desde Dubstep hasta Benny Moré y se siente todo un melómano, sabe que escuchar géneros muy variados le ayuda a la hora de producir sus temas. Sus imprescindibles son Chris Lake, Billy Kenny, FISHER, Green Velvet, Tchami, Malaa, AC Slater, Themba, Adam Beyer y Born Dirty; de Cuba prefiere escuchar PAUZA, LVSS!!, Danstep, Lejardi, Beutnoise, Bosito, FORD, Coffigny, Energy y Havana Swet House.
“También me gusta escuchar Jazz, Funk, Salsa, algunos temas de POP, algunos temas de Trap, Música Alternativa. Me gusta mucho Havana de Primera, Cimafunk, Bruno Mars, Kelvis Ochoa, Dua Lipa, Drake…”.
“Me presento donde me den oportunidad. Es muy difícil conseguir espacios porque los pocos que hay ya están ocupados por otros DJs y nadie cede lo que le costó trabajo conseguir. Cuando eres joven y no te conocen, no te toman mucho en cuenta. También se hace difícil por el nivel de burocracia tan grande que existe y la poca atención que reciben los DJs por parte de las autoridades culturales. En Cuba predomina el gusto por el reguetón y muy pocos ven la electrónica como un negocio fiable. El proyecto más fuerte es SARAO NIGHT CLUB, pero ellos solos no dan abasto para todos ni el LNME tampoco… Hasta ahora he tenido la oportunidad de presentarme en Fábrica de Arte Cubano gracias a Lejardi, en la Madriguera con mi proyecto SQUAD 808, en la Chorrera con el proyecto Freaky Party de Havana Swet House, en el inicio del verano de este año con la AHS en Guanabo B2B Danstep, y en fiestas privadas”.
¿Cuáles son tus expectativas en el mundo de la música electrónica para el futuro?
“Mi objetivo es poder vivir de lo que hago, eso es lo primero. Quiero que se me vea como un profesional y trabajo en base a eso. Otra de las expectativas que tengo es crear mi propia compañía discográfica y que crezca más allá de los límites nacionales. Tener mi propia fiesta y mi propio espacio para mostrar mi arte en vivo. Quiero que mi música pueda inspirar a otros a seguir el camino que yo seguí y, sobre todo, quiero tener la oportunidad de siempre ser libre de hacer lo que realmente me gusta. Si logro esos objetivos, el éxito viene solo, así lo creo”.