Su compañero y cofundador de Soul In The Hole, Sadar Bahar, junto al sello Sounds Familiar, dieron a conocer la noticia con una publicación conjunta en Instagram el pasado 24 de agosto. “Su presencia serena, la forma en que se comunicaba a través del sonido, su autenticidad absoluta tocó a todos los que lo rodeaban”, decía el mensaje. “Muchos más deberían haber tenido la posibilidad de experimentar a Lee Collins, y sin embargo muchos nunca lo hicieron realmente; un maestro silencioso que jamás se puso en un pedestal, aunque el podio de la grandeza siempre fue su lugar”.
Figura clave de la escena house de Chicago desde principios de los años 80, Collins creció musicalmente junto a leyendas como Frankie Knuckles, Ron Hardy y Robert Owens, puliendo un estilo que combinaba disco, soul y house a partes iguales.
A mediados de los 90, cofundó junto a Bahar el colectivo y serie de fiestas Soul In The Hole, que se convirtió en un referente para el house underground, el disco y el rare groove. Juntos construyeron una reputación basada en sets maratónicos y una búsqueda incansable de vinilos raros. El oído refinado de Collins y su estilo sin concesiones influyeron en generaciones de DJs en la ciudad.
A lo largo de las décadas, giró internacionalmente, llevando el sonido de Chicago a públicos en Europa, Japón y más allá, mientras mantenía una presencia constante en clubes, lofts y espacios comunitarios de su ciudad natal. Su impacto también se sintió en su papel como mentor y en la inspiración que brindó a innumerables DJs que lo citan como una figura clave en su formación.
A principios de este año, se organizó una recaudación de fondos para apoyarlo durante su tratamiento contra el cáncer. La campaña destacó su “viaje educativo y narrativo” a través de la música y las décadas de dedicación que entregó a la escena house.