INSIDE

¿Podríamos hablar ahora mismo, en la Habana, de ambientes sonoros más “sutiles¨?

Hoy, difícilmente podría darse un fenómeno de cultura contemporánea donde no se manifestarán huellas de técnicas casi musicales en desapego del orbe. Medios que me aíslen y oculten del ambiente social, a veces perturbador o amenazante y me permitan revisar que es lo que realmente sucede conmigo misma. ¨El inside¨.

¿Dónde puedo ausentarme para permanecer en esta tierra y entrar en el mundo de los sentidos?

Mi ciudad está repleta de sonidos, de música…, pero casi imposible llegar a zona de fantasías completamente interiores. El sonido Habanero resplandece de extroversión histérica pulsando zonas de competencia económica y sexual…, dejando ver a ojos más agudos todo el estrés de nuestra República en transición.

¿Y la ausencia? Que es como la vuelta a la naturaleza o a la vida en el campo. La distancia ecuánime y terapéutica que produce el sonido; y mejor que un analista o terapeuta, puede aliviar la ansiedad de las sociedades. Se disuelve, ha dejado de ser necesaria, solo existe un mayor abandono de uno mismo en la vida cotidiana. Comemos viendo televisión con imágenes de personas en rivalidad luchando a toda energía por ser los ganadores, o, cadáveres desmembrados, guerras, manipulación. También la obsesión de mostrarnos como estellas de Cine en las redes sociales. No es extraño entonces que la disociación y extroversión histérica sean, una patología en auge.

¡Se han muerto las Metáforas! Para mi.

¡Queda la suerte de algunos pocos comentando sobre eso y otras cosas!

El sonido es el Arte de las emociones. Lo ha sido históricamente en el continuo deterioro de las sociedades, en los períodos de impotencia y ruina, en los tiempos de destrucción, del derrumbe de imperios y la ocupación de las hordas.

¿Existe hoy, año 2018 del siglo XXI, el miedo al espantoso silencio que tendría el mundo si no escucháramos todo lo que producimos?

Creo que sí, desde mi humildad como autor.

I.A. 0004

 

Es la causa tal vez, apartando dos efímeras experiencias con el amor, que decido espontáneamente mover mis sonidos a lo que un amigo llamó: Romantic Techno. El Techno va Inside, me agota demasiado lo evidente…. Siento que me dejo rendir ante las normas establecidas. No sé en quien o que me convertire; voy cayendo…

A la hora de morir quisiera como era costumbre hace mucho tiempo, un chelista tocando simples y hermosas melodías para viajar al sueño eterno.