Andrés, como se llama fuera de la escena electrónica, es conocido por su trabajo sobre los sonidos del hip hop y el house. Natural de Detroit, estuvo tocando dos días seguidos (los pasados viernes y sábado) en el espacio de la Nave 4 de Fábrica de Arte Cubano.
Dicen que Dez estaba destinado a una vida en la música, más sabiendo que con solo tres años apareció por primera vez ante un público, en aquel momento tocando tambores.
Una sesión de más de una hora regaló cada noche en La Habana. Abriendo con un estilo más urbano, pasando por el house más puro y terminando por mezclar con sonidos de música latina y canciones cubanas.
Este artista multifacético en la música es también coleccionista de vinilos y trajo consigo algunos a Cuba para sorprender al público local. En su sesión lo vimos tocar en vivo con vinilos repartidos en cuatro platos, que junto a los controladores de audio y las cajas de los discos armaban un laboratorio personal del que salieron sonidos muy interesantes.
Su trabajo en la música difícilmente se puede reducir en un par de líneas. Andrés trabajó en la legendaria tienda de discos Buy-Rite Records, junto a J Dilla tocó en Slum Village, con el sello Mahogani Music lanzó tres álbumes que lo posicionaron como una de las figuras más versátiles del circuito de música dance de Detroit, y en 2012 lanzó La Vida, su propio sello, y con este, el tema “New for U”, el que luego se convertiría en todo un clásico.
De su reencuentro con sus orígenes en La Habana y sus presentaciones en el escenario de la ciudad, se llevó un gran entusiasmo. En su cabeza ahora rondan proyectos para unir más la escena electrónica cubana y estadounidense. Posiblemente lo veremos muy pronto pinchando de nuevo por acá.