Conoces la historia de la música electrónica en Cuba?

Quizás adores bailar y escuchar música electrónica: puedes ser DJ, promotor de fiestas, el que no se pierde ni una sola sesión en cualquier lugar donde suenen las máquinas; pero, ¿conoces la historia de la música electrónica en Cuba?, ¿cómo surgió este género en la Isla?, ¿cuáles son sus orígenes?…. En Coocuyo pretendemos promocionar lo último que está pasando en Cuba en materia de electrónica, pero no olvidamos el pasado: Infórmate sobre cómo empezó todo, nosotros te contamos, para que después digas que lo conociste aquí, en nuestro portal…

En 1942 el compositor Juan Blanco patentó un nuevo instrumento electroacústico para la creación de música. Este sería el principio de un arduo trabajo que desarrollaría durante toda su vida por el reconocimiento y difusión de la música electroacústica. A dicho movimiento se sumarían otros reconocidos músicos y compositores cubanos como Leo Brower, Manuel Duchense Cuzan, Carlos Fariñas, y Edesio Alejandro. En lo posterior, este tipo de música se fue difundiendo gracias al trabajo de los jóvenes formados en el Taller ICAP de Música Electrónica (TIME) creado por el mismo Blanco. La creación del Festival Primavera en Varadero contribuyó asimismo a un mayor conocimiento del público de este nuevo tipo de música.
Con el paso del tiempo y la aparición de nuevos dispositivos electrónicos para la producción musical, en Cuba, al igual que ocurrió en todo el mundo, surgió un nuevo tipo de artista que ya no se definía como creador de música electroacústica sino de música electrónica.
A finales de los ’90 aparecieron los primeros festivales dedicados exclusivamente a la difusión de este género como el Festival Rotilla. El reconocimiento alcanzado por algunos DJ/ productores cubanos en concursos musicales televisivos como Cuerda Viva o Lucas, contribuyó a un mayor reconocimiento de estos profesionales.

Juan Blanco – Música Electroacústica (Vinyl, LP, Album)

Así se creó el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica (LNME), institución que se encarga de reunir a los profesionales de este género y darles respaldo. En la medida que ha crecido la cantidad y calidad de los DJ/ productores cubanos, han ganado adeptos en toda Cuba, destacándose el movimiento de La Habana, Santa Clara y Holguín.
En el transcurso de este siglo han surgido otros festivales como Proelectrónica, en La Habana, o Stereo G, en Holguín, que reúnen anualmente los productores de todo el país. Clubes como Turf o El Tropical en el Vedado habanero durante largo tiempo han prestado su espacio a este género. Y cada vez más los jóvenes, sobre todo, se interesan en las sonoridades producidas por máquinas y en movimiento que esta genera.
Así mismo, el reconocimiento alcanzado por DJ/ productores cubanos en escenarios internacionales y el intercambio desde el ámbito cubano con algunos de los mejores DJ/ productores a nivel mundial, han multiplicado el gusto por este género en la Isla y han logrado ganar más espacios para el movimiento.
Sin embargo, hoy día aún persisten muchos prejuicios sobre la música electrónica en Cuba. Las instituciones culturales se muestran escépticas al decidirse a contratar profesionales de este tipo, los espacios siguen siendo insuficientes y la atención de los medios es muy escasa. A pesar de la creciente popularidad de la cultura generada por la música electrónica en Cuba, este movimiento subsiste de manera underground dentro de la vida cultural del país.